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MARCIA MANSILLA

MARCIA MANSILLA

Diseño textil

 

Estudió diseño pensando en venir a Chiloé y armar un taller textil, porque siempre veía que en los mercados había productos de lana, en que los colores estaban, pero no así el diseño; se cansó de ver el gorro de lana, la chomba y el manejo tan folclórico del material. Quería mostrar, a través de sus percepciones, nuevos diseños, manejo de color y formas, una perspectiva un poquitito más nueva y contemporánea del producto chilote, pensando también en un público extranjero, un público de afuera.

 

Mirando al pasado y las piezas antiguas, las técnicas más nobles, sin embargo las más simples, empezó trabajando la sabanilla, que es la tela antigua que se usaba antes, y como todas estas telas prolijas y de buena calidad salen del concepto de trabajar fino y pacientemente, surge este vestuario que no llama la atención por el color o por la forma, sino por el material.

 

"Al principio éramos mucho más precisos, queríamos los hilados delgados, porque eran de mayor calidad, pero igual limitábamos a un montón de gente, porque hay quienes no saben hilar eso.

Así empezamos a diseñar una nueva propuesta de trabajos decorativos, como tapices y caminos de mesa; eso da para involucrar materiales gruesos con delgados, y de esa forma, podemos contar con gente que trabaja la textilería tradicional, para trabajarlas juntas", comenta Marcia.El taller cuenta con unas 35 a 40 familias que traen sus materiales.

 

Es una suerte de acopio en que trabajan mujeres con sus tiempos para laborar en casa. "Nosotros vamos recibiendo todo independiente de los colores, porque es como un acopio del material. Compro el hilado ya hecho, a veces sin teñir; después lo mandamos a teñir porque ahora tenemos una teñidora especializada; entonces le damos los kilos, ella tiñe y los trae.

 

Dependiendo de eso, de las características de ese material, yo rediseño acá, nunca sé que voy a diseñar, porque depende de las texturas de las lanas", comparte Marcia.

Además, hay seis señoras estables en el taller y cuatro telares disponibles, "así yo me manejo con el diseño del color, generalmente trabajando en el piso con la paleta básica, para mezclar lana, los ovillos, para allá y para acá. De ahí les digo los formatos que tenemos que emplear y qué piezas van a ser trabajadas en cada telar. Siempre estoy atenta a que si se desocupa un telar, es porque tengo que desarrollar el diseño en él, casi como un cuadernillo donde yo digo esto se hace así, cuántos colores y cuántas hebras van acá", explica la diseñadora.

 

Para ella el color es el que diferencia a los chilotes de un montón de técnicas textiles de otros lugares. Lo que interesa en sus diseños, es que el color sea característico de Chiloé. Acá también hay naturales de la oveja, pues existe una cultura del color que se manifiesta, y que se entiende es un color natural. Pero se ha encontrado con problemas, pues hay muchos proyectos dando vuelta y que están distorsionando un poco el manejo del color con las artesanas. Le ponen mordientes, que elevan el color demasiado perdiendo naturalidad.

 

Sugiere que el uso de ciertos tonos otorgan identidad a la Isla, porque ha marcado presencia con los trabajos chilotes en otros lugares. "La gente quiere tener una chomba, quiere tener una bufanda, y eso lo ven a través del color, que notan altiro cuando es de Chiloé o cuando no", señala la diseñadora."  Una vez, un amigo que vio que yo era tan mala para vender, tan mala, me dijo 'oye Marcia, tus productos se venden solos, tu no necesitas estar ahí. Y es verdad, no necesito estar ahí alabando mi pega ni explicándole nada a la persona que está viendo', recuerda Marcia Mansilla.

 

Ella confía en su trabajo, porque está exponiendo un buen producto, que posee la nobleza de mostrar las cualidades de una cultura y eso es lo que más le motiva. Es la constancia y la perseverancia del trabajo. No puede vislumbrarse en otra cosa, pues éstos son sus medios.

 

Ha pasado épocas muy difíciles pero está conforme, pues igual llega una época en que sí tiene harto trabajo. Los inviernos siempre son duros, sin embargo el taller ya está mucho más estable que hace 4 años atrás. Es la constancia y la prolijidad de una labor profesional, porque las tejedoras también lo sienten así; tienen horarios y son disciplinadas.

 

Ancud. Comuna de Ancud. Sept. 2006

"Artesanos Maestros vigentes en su oficio, Chiloé". Proyecto Fondart 2007

Fotografías de María José Lira

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